Los motores de jaula de ardilla de tres fases son ampliamente adoptados en diversas industrias por su simplicidad, fiabilidad y costo-efectividad. Funcionando con energía eléctrica de tres fases, generan un campo magnético rotativo en el estator, lo que induce corriente en la estructura de jaula de ardilla del rotor, convirtiendo energía eléctrica en potencia mecánica.
El diseño del motor es sencillo, con un estator que contiene tres conjuntos de devanados y un rotor compuesto por barras conductoras cortocircuitadas por anillos de extremo. Esta ausencia de cepillos o conmutadores minimiza el desgaste y el mantenimiento, haciéndolos ideales para configuraciones de operación continua como las plantas industriales.
Estos motores ofrecen un buen par de arranque y pueden operar eficientemente cerca de la velocidad síncrona. Los diseños modernos alcanzan hasta un 90-95% de eficiencia, reduciendo los costos de energía. Se utilizan en diversas aplicaciones, desde impulsar bombas y ventiladores en instalaciones industriales hasta accionar electrodomésticos de gran capacidad en el hogar.
Sin embargo, tienen limitaciones. Su velocidad es fija cuando están conectados directamente a una fuente de alimentación, lo que requiere inversores de frecuencia variable (VFDs) para el control de velocidad. Las corrientes de arranque elevadas también pueden ser un problema, mitigado por métodos de inicio con voltaje reducido.
Los avances tecnológicos, como sensores inteligentes para el mantenimiento predictivo y materiales más eficientes, están mejorando su rendimiento. A medida que las industrias buscan soluciones confiables y eficientes en términos energéticos, los motores de jaula de ardilla de tres fases seguirán desempeñando un papel crucial en la maquinaria eléctrica.